El objetivo del BEP (BIM Execution Plan, por sus siglas en inglés) o PEB (Plan de Ejecución BIM, por sus siglas en castellano) es proveer de un marco de funcionamiento – a modo de protocolo o guión de ruta – que permitirá a los distintos agentes del proyecto desarrollar los procesos BIM, así como las mejores prácticas de una manera eficiente.
En este documento se indican los condicionantes de un proyecto, y se recogen todas las estrategias, procesos, recursos, técnicas, herramientas, sistemas… que serán aplicados para asegurar el cumplimiento de los requisitos BIM solicitados por el cliente (EIR) para un proyecto determinado y una fase o fases concretas del ciclo de vida del mismo. También determina los roles y responsabilidades de cada agente, el alcance de la información que tiene que ser compartida o los procesos de trabajo necesarios.
¿Qué debe incluir el BEP?
Para su redacción se requiere de la participación de todos los agentes implicados en la fase o fases en las que vaya a aplicar dicho Plan. Uno de los principales motivos por los que el BEP es esencial, es que permite asegurarse que todos los agentes que intervienen en un proyecto están colaborando.
En la mayoría de los casos, el BEP se crea antes del contrato, con el fin de mostrar a los proveedores el enfoque previsto para el proyecto, así como la forma en que planea llevarlo a cabo. El BEP es un documento vivo, no se cierra exactamente tras la firma de un contrato. Está supeditado a las distintas modificaciones, que naturalmente pueden llegar a darse y que deberán ser consensuadas entre los agentes, acordadas con el promotor y aprobadas por este último previamente a publicar una actualización, en especial, aquellas que impliquen cambios en el alcance de los modelos y procesos BIM.
En el ámbito de la licitación pública se trata de un documento contractual si este forma parte de la oferta técnica aprobada por la Administración: esto implica que la oferta aprobada es vinculante y, por ende, también lo es el PEB presentado en la misma.
El BEP está disponible para todas las partes y equipos del proyecto para asegurar que este sigue su correcto desarrollo. El plan general de ejecución sigue siendo claro incluso cuando el proyecto sufre contratiempos o pequeños cambios durante su desarrollo, lo que supone una gran ventaja, pues ayuda a las personas involucradas a mantenerse al día de todo lo que sucede en el proyecto.
Un BEP redactado correctamente debe ser un reflejo de los requisitos marcados en el EIR; y un BEP correctamente implementado aumentará las posibilidades de que un proyecto sea desarrollado con éxito a tiempo y cumpliendo el presupuesto.