Durante estos días está siendo noticia en los medios de comunicación la Cumbre del Clima COP 26 que se está desarrollando en Glasgow. Esta reunión internacional deberá servir para encarrilar y aunar metas en la lucha contra el calentamiento global del planeta.
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, en la apertura de esta Conferencia manifestó con la frase «Estamos cavando nuestra propia tumba», la difícil situación actual del planeta en referencia al uso de los combustibles fósiles que amenazan con llevar a la humanidad hacia un precipicio, debido al calentamiento global insostenible que produce su consumo.
A finales de la década de los ochenta y principios de los noventa se empieza a producir en la comunidad científica internacional un cierto consenso sobre el cambio climático.
Las Naciones Unidas decidieron crear en 1988 el IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático). Este organismo tiene como misión analizar toda la información científica, socioeconómica y técnica disponible sobre el cambio climático. Obtiene la información de centenares de expertos en todo el mundo para luego realizar informes objetivos. En estos informes y publicaciones se basan las autoridades con poder de decisión para determinar las acciones a desarrollar. El primer informe de evaluación del IPCC se publicó en 1990. A raíz de las conclusiones y proyecciones obtenidas en este informe, las Naciones Unidas decidieron la creación de la Convención Marco sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
La CMNUCC fue adoptada en Nueva York el 9 de mayo de 1992 y establecía que los gases de efecto invernadero que emite el ser humano en su actividad cotidiana están contribuyendo al cambio climático. La convención, además, fijó que los países firmantes deben reducir esos gases.
El objetivo fundamental de la Convención es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero «a un nivel que impida la peligrosa interferencia antropogénica (inducida por el hombre) con el sistema climático». Ese nivel debe alcanzarse dentro de un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, para asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y para permitir que el desarrollo económico proceda de manera sostenible».
Las Cumbres del Clima (COP)
Para desarrollar el tratado CMNUCC se celebran reuniones anuales, llamadas Conferencia entre las partes (del inglés COP-Conference of Parts), en las que participan los delegados y ministros y de 195 países del mundo. La primera COP se desarrolló en Berlín en 1995 y la número 26 se debería haber celebrado en Glasgow en el año 2020, pero la pandemia obligó a aplazarla 12 meses. La última COP, la de 2019, fue en Madrid.
En una COP se analiza y evalúa la situación del cambio climático. La COP es el órgano supremo de la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático; es decir, su máxima autoridad con capacidad de decisión.
En 1997, los delegados de las Partes, se reunieron en Kyoto, Japón, (COP3), donde se acordó un Protocolo que comprometía a los países desarrollados y a los países en transición hacia una economía de mercado, a alcanzar objetivos cuantificados de reducción de emisiones. Estos países, conocidos dentro de la CMNUCC como Partes del Anexo I, se comprometieron a reducir su emisión total de GEI (Gases de Efecto Invernadero) en un promedio de 5,2% por debajo de los niveles de 1990, durante el periodo 2008-2012 (primer periodo de compromiso), y con unos objetivos específicos para cada país. El Protocolo de Kyoto entró en vigor en 2005 con 192 Estados Parte.
El resultado de la Conferencia de Copenhague (COP15) celebrada en diciembre de 2009 fue un “Acuerdo Político”, no vinculante, cuyo objetivo fue limitar el aumento de la temperatura media de la tierra a 2ºC con respecto a la media de la era preindustrial, pero no establecía reducciones de emisiones de GEI y no concretó el presupuesto necesario para los países en desarrollo.
En 2010 en Cancún, México (COP 16), se trató de alcanzar un acuerdo vinculante para que la temperatura promedio del planeta no superase en 2ºC los niveles preindustriales, dado que éste era el límite marcado por los científicos para que el cambio climático no generase la desaparición de islas por aumento del nivel del mar, la extinción de especies e impactos en la agricultura en muchos países, entre otras consecuencias. No se llegó a un acuerdo vinculante, pero si se reforzó el compromiso unilateral de reducción de emisiones a nivel internacional.
Durante la COP 18, celebrada en 2012, se acordó la prórroga del Protocolo de Kyoto durante ocho años más, hasta 2020 a través del acuerdo denominado ”Puerta Climática de Doha”.
Francia fue en 2015 la anfitriona de la COP 21 . El Acuerdo de París estableció un marco global de lucha contra el cambio climático a partir de 2020. Se trata de un acuerdo histórico de lucha contra el cambio climático, que promueve una transición hacia una economía baja en emisiones y resiliente al cambio climático.
El Acuerdo de París
El Acuerdo de París es un tratado internacional sobre el cambio climático jurídicamente vinculante. Fue adoptado por 196 Partes en la COP21 en París, el 12 de diciembre de 2015 y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016, después de que se cumpliera la condición de ratificación por al menos 55 países que representan como mínimo el 55 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Todos los países de la Unión Europea han ratificado el Acuerdo.
Su objetivo es limitar el calentamiento mundial a muy por debajo de 2, preferiblemente a 1,5 grados centígrados, en comparación con los niveles preindustriales.
El Acuerdo de París es un hito en el proceso multilateral del cambio climático porque, por primera vez, un acuerdo vinculante hace que todos los países se unan en una causa común para emprender esfuerzos ambiciosos para combatir el cambio climático y adaptarse a sus efectos.
La aplicación del Acuerdo de París requiere una transformación económica y social, basada en la mejor ciencia disponible. El Acuerdo de París funciona en un ciclo de cinco años de medidas climáticas cada vez más ambiciosas llevadas a cabo por los países. En 2020, los países presentaron sus planes de acción climática conocidos como contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC). Los países comunican las medidas que tomarán para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero con el fin de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París. Los países también comunican en dichas contribuciones las acciones que tomarán para crear resiliencia y adaptarse a los efectos del aumento de las temperaturas.
A partir de 2024, los países informarán de manera transparente sobre las medidas adoptadas y los progresos realizados en la mitigación del cambio climático, las medidas de adaptación y el apoyo prestado o recibido.
¿Qué se ha logrado?
Aunque es necesario aumentar en gran medida las medidas relativas al cambio climático para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París, los años transcurridos desde su entrada en vigor ya han dado lugar a soluciones con bajas emisiones de carbono y a nuevos mercados. Cada vez más países, regiones, ciudades y empresas están estableciendo objetivos de neutralidad de carbono. Las soluciones de cero emisiones se están volviendo competitivas en todos los sectores económicos y ya representan el 25 % de las emisiones. Esta tendencia es más notoria en los sectores de la energía y el transporte, y ha creado muchas nuevas oportunidades de negocio para los que se adelantan.
Para 2030, las soluciones de balance neto cero en emisiones de carbono podrían ser competitivas en sectores que representan más del 70 % de las emisiones mundiales.
¿Qué Acuerdos serían esperables en la Cumbre de Glasgow?
La reunión del G20, previa a la COP, finalizó con el acuerdo de limitar el aumento de temperatura a 1,5 grados, frente a los 2 grados, y apoyar la transición del carbón, aunque sin compromisos específicos.
Mas de 70 países se van a comprometer en Glasgow a reducir un 30 % las emisiones de metano en 2030 (en relación con el nivel de 1990), aunque no participan del compromiso emisores tan importantes como China, India o Rusia.
Igualmente, se busca que un amplio número de países se comprometan a abandonar el carbón para generar electricidad. O a dejar de producir coches de combustión en 2035.
Además, se debería cumplir la promesa de dedicar 100.000 millones de dólares anuales a la lucha contra el cambio climático
¿Quiénes son los principales países emisores de gases de efecto invernadero?
Según el grupo de analistas de Rhodium Group, China es el principal emisor y acumuló en 2019 el 27% de todos los gases de efecto invernadero expulsados por la actividad del ser humano. Le siguen: Estados Unidos (11%), India (6,6%) y la Unión Europea (6,4%). Pero si se mira a las emisiones acumuladas, EE UU sigue siendo el país que más ha contribuido históricamente al calentamiento global.
La Unión Europea Modelo de la Lucha contra el Cambio Climático
La Unión Europea (UE) es líder a nivel mundial en la lucha contra el cambio climático y trabaja para ser un referente en cuanto a transición ecológica planteando soluciones y medidas que transmitir al resto del planeta para promover una acción conjunta y global para frenar el cambio climático. Para conseguir los objetivos la Unión Europea se ha fijado la meta de reducir un 35 % en el año 2030 las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto a las emisiones de 1990 (y entre un 80% y un 95% la emisión de gases de efecto invernadero para 2050).
Fuentes:
Página web de las Naciones Unidas- Acuerdo de París
Página web de las Naciones Unidas- Protocolo de Kyoto
Página web de la Unión Europea sobre Cambio Climático
Página web del Gobierno de España. Observatorio de Salud y Cambio Climático
Quinto Informe de Evaluación del IPCC: Cambio climático 2013-2014
Articulo El País “COP26: las 11 claves de la cumbre del clima de Glasgow”