El precio de la energía eléctrica
En el siguiente artículo se hablará sobre la subida actual del precio de la luz y cómo las Energías Renovables (EERR) pueden contribuir a reducir ese precio.
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Antecedentes
Hace casi veinte años, allá por comienzos del año 2002 el precio de la luz batió todos sus récords hasta le fecha al alcanzar la cifra de más de 100€/MWh. Actualmente, en el verano de 2021, el precio actual de la luz no hace más que crecer y crecer de manera lineal y continuadamente. El paso mes de julio el precio era en torno a los 106-107€, a finales de agosto se está rondando la cifra de los 120€/MWh y parece no haber tocado techo aún. ¿A qué es debido este encarecimiento continuado del precio de la luz? Sin duda alguna, el principal motivo es el de la demanda.
Nos encontramos viviendo unos de los veranos más cálidos y de los últimos años, una progresión que sigue en aumento año tras año, haciendo palpables los efectos del cambio climático. Al encontrarnos con estos climas más “extremos” (tanto en verano como en invierno) los consumidores necesitan más energía para poder enfriarse o calentarse, lo que produce unas necesidades energéticas puntuales complicadas de satisfacer.
El ejemplo claro de esta temporada es la pasada ola de calor debida a una masa de aire caliente africano que ha mantenido permanecido durante una semana sobre la Península Ibérica, aumentado haciendo que el mercurio ascendiera hasta los 47 grados en muchos lugares.
España de los países de la Unión Europea en lo que la luz es más cara, junto a Italia, Portugal o Francia, resultando España la más cara de todas.
El mercado del Gas
Otro de los factores que contribuyen al encarecimiento de la energía eléctrica es el precio del gas (rondando los 37,5 €/MWh) y sus derechos de explotación.
La energía se subasta y compra diariamente, dependiendo de la estimación de energía necesaria. Las que se compran en primera instancia las más económicas y que menos emisiones generan (aquí entrarían las EERR y la energía nuclear). El principal problema radica en que estas fuentes de energías limpias no siempre son suficientes para satisfacer toda la demanda.
A todo esto hay que añadir que la emisión de CO2 tienen un impuesto añadido, así como unos derechos que están al alza debido a que la Unión Europea quiere reducir de algún modo las emisiones, penalizando así su venta. Si se eliminaran estos impuestos, la energía sería más barata, pero habría más demanda de energías no renovables.
Se estima que en 2021 el consumo europeo de gas se ha incrementado en un 25%, haciendo que las reservas de gas europeas estén un 30% más vacías que hace un año.
Soluciones
La carga política sobre el precio de la luz siempre ha sido considerable, habiendo fuentes que dicen que el gobierno no puede tener margen respecto al precio de la electricidad y otras que afirman lo contrario.
Las medidas tomadas actualmente han sido bajar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) del 21 al 10% y suprimir el impuesto del 7% en concepto de generación.
Con la situación del coste de la energía, ocurre que se acaba pagando un coste establecido igual para todos los tipos de energías. Es decir, sin tener en cuenta que la aportación por Energías Renovables sea mayor o menor, haciendo que, si un país compra gas, se encarezca el precio de toda la energía, no sólo la del gas. Una solución sería la reforma del sector y del mercado energético.
La producción de energía conlleva una serie de costes, unos fijos y otros variables. Éstos últimos son los que marcan la diferencia del precio, y las Energías Renovables entran a coste casi cero en el mercado porque apenas tienen estos costes variables, ya que no hay que importarla de otros países y no dependen del precio de petróleo, además de tener un origen natural e ilimitado.
Cuanta más capacidad de energía renovable se es capaz de producir, más se reduce el precio total de la energía, si se produjera más energía de origen renovable, se acabaría desplazando las necesidades de compra de las no renovables, logrando así un doble objetivo; tener energía de calidad por un coste menor y reducir las emisiones de gases contaminantes y perjudiciales para la salud y la atmósfera.
A modo de resumen: el coste final de la factura doméstica de energía eléctrica es dependiente de 3 factores; los costes regulados en el mercado, el coste de generación y los impuestos (nacionales e internacionales).
La Energía Eólica se presenta como una alternativa muy interesante a las energías fósiles que emplean gas como materia prima. A diferencia del gas, el coste del viento a diferencia del gas es de 0€, es un recurso gratis e ilimitado, y localizado en más del 90% de la superficie terráquea con mayor o menor intensidad.
Además, tiene la ventaja de que es por su producción puede ofrecer más cantidad de energía a menor coste, por esto desplaza el coste de otros combustibles más caros. Al final de cada mes se hace una media con los precios diarios y a mayor proporción de aporte energético eólico, menor es el precio del recibo de la luz, y viceversa.
En la última semana, la energía eólica en España ha generado 162.173 MWh, lo que es casi el 50% de la demanda diaria de energía eléctrica, con un precio de 13,17 céntimos de €/ kWh.