¿Qué es una Passive House?
Una “Passivhaus” o “Casa Pasiva” se basa en el concepto de construir priorizando como objetivo alcanzar un bajo consumo energético.
Es decir, el diseño se centra en aprovechar al máximo las influencias pasivas de un edificio (como el sol, la sombra y la ventilación) en lugar de los sistemas activos de calefacción y refrigeración (como el aire acondicionado y la calefacción central). Esto, unido a unos niveles de aislamiento y estanqueidad muy elevados, hace posible que una casa pasiva consuma un 90% menos de energía que una vivienda a la que no se le haya aplicado este concepto.
La Casa Pasiva es un estándar de construcción de alta eficiencia energética que también promueve el confort interior y el aislamiento acústico.
Desde los años 80, a través del Instituto Passivhaus de Alemania, este concepto de casas de bajo consumo energético está adquiriendo una gran relevancia debido a la concienciación medioambiental cada vez más arraigada en nuestra sociedad.
Características de Passivhaus
El concepto de Passivhaus, se fundamenta en las siguientes características:
Eliminación de puentes térmicos y diseño bioclimático
Para conseguir que un edificio funcione de forma pasiva, es necesario un buen diseño que tenga en cuenta las orientaciones (preferiblemente se orientará el edificio para obtener un rendimiento máximo de horas de sol) y las características climáticas del lugar (por ejemplo, sombras que puedan producirse y sean contraproducentes), los materiales y una buena ejecución constructiva.
Eliminando los puentes térmicos desde la concepción del edificio, asegurando que las paredes, los suelos y los techos estén bien aislados y no tengan huecos, reduce la necesidad de calefacción o refrigeración para conseguir una temperatura agradable.
Ventanas herméticas y altamente eficientes
Otra de las claves a la hora de construir una casa pasiva es la hermeticidad.
Cabe señalar que el 20% o 30 % de las fugas de calor en invierno se producen por no tener ventanas de alta calidad. Esto implica una gran dificultad a la hora de aclimatar nuestro hogar y se traduce en un mayor consumo de energía derivado de la necesidad de continuar calentando el inmueble.
Aislamiento de alta calidad
La calidad del aislamiento es clave para el éxito del diseño del edificio (un edificio mal aislado consume hasta un 30 % más de energía). El aislamiento sirve para minimizar el intercambio de calor con el entorno exterior.
Recuperación del calor
Este eficaz sistema cruzado de ventilación consiste en que, cuando entra un aire frío, por ejemplo, cercano a los 0 grados, se atempere antes de su entrada a la vivienda. Ello es posible gracias a un sistema que funciona cruzando el aire climatizado del interior con el que entra. De esta manera, si entrase en la casa aire cercano a los 0 grados, se cruzaría con el otro, sobre unos 22 grados, y dejaría el nuevo a una temperatura de unos 19º c.
Estanqueidad del aire
Para que nuestras viviendas pasivas cumplan al cien por cien con su objetivo, debemos sellar todas las uniones de los materiales, consiguiendo así impedir cualquier tipo de filtración de aire.