El certificado de eficiencia energética llegó a España hace cuatro años para los inmuebles ya existentes, y hace ya 10 años para los de obra nueva. La implantación de la normativa tenía como objetivo mejorar la eficiencia energética de nuestro parque inmobiliario. ¿Lo ha conseguido?
Si atendemos a los datos de los 45.000 certificados energéticos realizados por el certificador Certicalia en los últimos cuatro años, la respuesta es que nuestros hogares siguen sin ser eficientes. El resultado de las calificaciones energéticas de las viviendas es bastante bajo. Según indica esta compañía, la calificación E es la más habitual con un 53%. La calificación más eficiente es la A y sólo un 0,16% la obtiene.
La segunda calificación es la B y tampoco es muy corriente, ya que sólo la obtienen el 0,20% de las viviendas certificadas. La calificación C la han obtenido un 1,62%, y la D el 10,41%. Por lo tanto, la mayoría de las viviendas certificadas tienen calificación E o categorías inferiores, 12,69% la F y 21,91% la G.
No obstante, de acuerdo con Certicalia, estos datos se deben en parte a que los certificados son de inmuebles que se han vendido o alquilado en los últimos cuatro años, y en muchos casos se trata de viviendas en edificios antiguos que fueron construidos bajo normativa de edificación más antigua que no tenía en cuenta factores actuales, como la eficiencia energética.
Para saber mas:
https://www.energias-renovables.com/ahorro/las-viviendas-espanolas-siguen-suspendiendo-en-eficiencia-20170531