El vehículo eléctrico ya no forma parte de películas de ciencia ficción de la cultura popular o de un paradigma de futuro. El coche eléctrico es una realidad presente en la sociedad que ha venido para quedarse y que se plantea como una de las mejores alternativas para reducir la huella de dióxido de carbono que la sociedad tiene marcada en el planeta.
Su incorporación a la vida cotidiana cada vez es más frecuente, haciendo que cada vez sean más visibles en las ciudades y carreteras, al igual que ocurrió en su momento con la aparición del automóvil híbrido, y con esto, es también más frecuente encontrar en cualquier esquina un centro de recarga de estos vehículos.
Principales ventajas o incentivos para adquirir un vehículo eléctrico
Antes de hablar sobre las fuentes de alimentación, comentemos brevemente las principales ventajas o incentivos para adquirir un vehículo eléctrico:
- En muchas ciudades y localizaciones (centros comerciales, zonas céntricas, etc.) el aparcamiento para estos vehículos no tiene coste alguno. Y estas plazas suelen venir acompañadas de estaciones de recarga de vehículos.
- En algunas ciudades, las zonas más centrales pueden estar restringidas a vehículos de emisión nula de dióxido de carbono, además de permitir la circulación por carriles taxi o carriles bus para agilizar el tráfico.
- Los planes de gestión energética del Gobierno vienen acompañados de remuneraciones económicas en forma de descuentos de hasta 5.000€ en la adquisición de este tipo de vehículos para incentivar su compra.
- A nivel fiscal, se tienen una serie de beneficios, ya que los impuestos de circulación de este tipo de vehículos son más bajos que los de los vehículos fósiles.
- Estos vehículos logran aprovechar más el potencial del combustible, ya que en vehículos de gasolina o gasoil no se llega a aprovechar todo el rendimiento del combustible, teniendo menores costes de mantenimiento. Además, la carga eléctrica es más económica que los combustibles fósiles, a pesar de la incesante subida de precios de la luz que estamos viviendo. Podéis visitar un artículo en el que hablamos sobre el precio de la luz aquí.
Autonomía, lugar de recarga y tiempo de recarga
Las incógnitas que surgen siempre a la hora de adquirir un vehículo eléctrico son las mismas: autonomía, lugar de recarga y tiempo de recarga.
La autonomía depende de varios factores, principalmente del peso del vehículo, la capacidad de la batería y las características técnicas del motor eléctrico (la potencia), además la autonomía puede variar según el tipo de conducción que se emplea.
El lugar de recarga hoy día puede ser variado, existiendo varias opciones, haciendo que la recarga pueda ser tan sencilla como la de un Smartphone o una Tablet. A grandes rasgos, podríamos hacer una clasificación en:
- Recarga doméstica: Es la más cómoda y rentable, ya que cada usuario puede tener instalado en su domicilio o cochera una estación de recarga (la cual puede estar subvencionada por el Gobierno), haciendo solamente falta conectar el cable al coche.
- Recarga en el lugar de trabajo: Cada vez más empresas ofrecen esta posibilidad a empleados o clientes (centros comerciales, paradores turísticos, hoteles, etc.) , favorecido por las subvenciones y las ventajas fiscales que supone ofrecer este tipo de servicios durante el período laboral.
- Recarga pública: en zonas urbanas pueden encontrarse puntos de recarga de vehículos eléctricos. Muchos de ellos son gratis, mientras que algunos que puedan encontrarse en negocios particulares pueden ser de pago (sobre todo lo que sean de carga rápida o ultrarápida). Muchas gasolineras están incorporando también este servicio haciendo más accesible la idea de planificar un viaje de larga distancia considerando las posibles paradas en el trayecto.
Hoy en día, gracias a la facilidad de acceso a la información que brinda Internet, existen apps y páginas webs que nos informan de la ubicación de centros de recarga en nuestra cercanía.
Algunos ejemplos de estas páginas son:
Tipos de cargadores para coches eléctricos
Pero, es muy importante tener en cuenta que, no todos los coches eléctricos tienen el mismo tipo de cargador. Al igual que ocurre con los teléfonos móviles, es necesario saber el tipo de adaptador o enchufe que necesitamos para poder cargarlo, una vez esté definido, el proceso de carga es sencillo.
Actualmente estos son los tipos de conectores para vehículos eléctricos que existen en el mercado, cada uno de ellos está diseñado para un tipo de potencia (alta o baja) y de carga (alterna o continua).
- Tipo I: carga del 0 al 100% en 7 horas, intensidad de 34 A y potencia de 7,4 kW
- Tipo II: intensidad de 63 A en trifásica y 16 A en monofásica. Un coche con una potencia de 50 kW podría necesitar unas 13 horas para cargar completamente la batería o 1 hora con las condiciones adecuadas de intensidad.
- Tipo II combinado: con una potencia que ronda los 50 kW, puede cargar un coche en 1 hora.
- Tipo CHAdeMO: potencias de hasta 65 kW con intensidades superiores a los 100 A, pudiendo cargar la batería en cuestión de un cuarto de hora.
El tiempo de recarga además depende del tipo de velocidad de carga, distinguiendo principalmente la rápida/semirápida y la lenta:
- Carga Lenta: Puntos domésticos con recargas de 3-7 kW, es un tipo de recarga estandarizada que no requiere instalación para carga de vehículos eléctricos. Para esta recarga, al adquirir un vehículo, se acompaña de un cable adaptado a la carga doméstica.
- Carga Rápida/semirápida: Cargas de 11 a 22 kW. Una carga semirápida puede oscilar entre 3 y 6 hora (la temperatura ambiente afecta a los tiempos de recarga, siendo más efectiva a temperaturas elevadas). Se emplea un enchufe de corriente alterna de 220V (al igual que en la Carga Lenta) pero sí se requiere de instalación de puntos de recarga.