El nuevo Reglamento sobre Gases Fluorados, que entró en vigor el 1 de enero de 2015, incluye unos ambiciosos objetivos de reducción de la cantidad de hidrocarburos (HFC) vendidos en la UE, alcanzando, en el año 2030, una minoración del 79% sobre la base establecida a su entrada en vigor. En la consecución de esta ambiciosa reducción, el Reglamento legisla sobre diversos sectores, incluidos los de la refrigeración doméstica, comercial e industrial, el transporte, la refrigeración y calefacción destinada al confort en edificios y la refrigeración de procesos industriales. La respuesta de Carrier a esta legislación es la combinación de gases HFO con sistemas HVAC hidrónicos.
En dos últimos sectores, uno de los HFCs empleado ampliamente en la actualidad es el R134a, un refrigerante que no daña la capa de ozono, pero que presenta efecto invernadero (PCA-GWP de valor 1300 – evaluación AR2- o 1430 -evaluación AR4-). El R134a se utiliza como refrigerante en enfriadoras y bombas de calor con una capacidad térmica por encima de los 200-300 kW, asociado a las tecnologías de compresión de tornillo y centrífuga. Un mercado muy importante cuya evolución será clave para la reducción de emisiones de CO2.
Para saber mas:
https://www.eseficiencia.es/2018/06/22/hfo-sistemas-hvac-hidronicos-apuesta-carrier-reducir-emisiones-co2