Si piensas que con formar a tus equipos es suficiente, estás perdiendo tiempo y talento.
A menudo me encuentro clientes, responsables de recursos humanos o líderes que ante mi pregunta sobre si ponen en marcha estrategias de desarrollo y crecimiento profesional en sus equipos, me responden rápidamente “sí, sí. Todos los años les damos una formación”, o “claro, es muy importante, en nuestro portal tienen acceso a muchas formaciones”, y lo que más me preocupa, es que piensan que con eso es suficiente para el desarrollo de competencias y habilidades.
Desde RRHH debemos potenciar el talento de nuestros empleados y el talento implica aportar valor añadido, generar impacto y nuevas acciones.
Punto nº1: la formación sólo es información si no se lleva a la práctica
Otro punto muy importante es que les dan toda la información, pero no los recursos necesarios para poder desarrollar esas habilidades, por lo que si no pueden ponerlas en marcha de nuevo nos quedaremos en información, más cierta frustración por no “ser capaz” de ponerlo en marcha.
Punto nº2: no hay nada más injusto que me digas que lo haga, si no tengo los recursos para hacerlo
Entonces: ¿Cómo hacer que realmente haya aprendizaje y cambio?
Punto nº3: sin acción no hay aprendizaje
El primer paso es dejar de hablar de formación y hablar de capacitaciones. ¿La diferencia? Es que, en las capacitaciones, además de formar, facilitamos los recursos y la puesta en marcha de lo aprendido para el desarrollo de nuevas habilidades y competencias, y como consecuencia de ello, el cambio y la mejora.
Y ¿por dónde empezamos? te proponemos para ello un nuevo modelo de aprendizaje orientado a la acción:
El modelo 70-20-10
Se trata de un modelo personalizado donde pasamos de dar todo el peso a la formación formal o pasiva, para darlo a la acción.
Este modelo propone que para que el aprendizaje sea efectivo:
- El 10% de nuestro aprendizaje provenga del estudio, de esa formación pasiva: cursos, vídeos, libros, etc.
- Un 20% lo vamos a recibir a través de la interacción con otros, exponiéndonos: un mentor, un coach, un compañero experto, etc.
- Un 70% vendrá a través de nuevas acciones y experiencias vividas en la organización, participación en nuevos proyectos, asunción de nuevas tareas, roles, retos, etc.
Algunas de las ventajas de este modelo son:
- Aporta agilidad y flexibilidad.
- Permite el desarrollo de habilidades y su puesta en marcha.
- Potencia la responsabilidad de los colaboradores.
- Fomenta la cultura de la colaboración.
Punto nº4: no se trata de reducir la formación, sino de fomentar la experiencia
Y recuerda: a veces no cambiamos porque no sabemos. No es suficiente con los conocimientos.
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