Según estimaciones, la cantidad de energía solar que puede llegar a la superficie terrestre en un año es mayor que toda la energía que se podría producir utilizando recursos no renovables que afectan al medio ambiente.
La energía solar es una fuente de energía renovable obtenida de la radiación electromagnética del sol. Es energía renovable porque se obtiene de fuentes de energía naturales e inagotables, en este caso el sol.
A día de hoy se ha desarrollado rápida y estratégicamente la tecnología necesaria para convertir la luz solar en electricidad y energía eficiente, pero las ineficiencias en el almacenamiento y distribución de esa energía ha seguido siendo un problema importante, haciendo que la implantación a gran escala de la energía solar siga estando rezagada.
Según un avance logrado recientemente por el equipo de Sen Zhang, profesor de química en la Universidad de Virginia en Estados Unidos, podría conseguir eliminar un obstáculo crítico de este ansiado proceso de de implantación global. De esta forma, el descubrimiento representa un paso gigante en grandes medidas hacia un futuro dominado por la energía limpia y concienciada con el medio ambiente.
Para poder aprovechar la energía solar de esta forma eficiente e innovadora el mejor método es utilizar la electricidad solar para dividir las moléculas de agua en oxígeno e hidrógeno. El hidrógeno producido en el proceso se puede almacenar como combustible, en una forma que puede ser transferida de un lugar a otro y utilizada para generar energía a demanda allá donde se la necesite. Es necesario un catalizador para dividir las moléculas de agua en sus partes componentes, pero los materiales que se utilizan actualmente en este proceso no son lo suficientemente eficientes como para que el proceso resulte del todo práctico.
Sin embargo, utilizando una estrategia química innovadora como la desarrollada en la Universidad de Virginia, Zhang y sus compañeros han producido un nuevo y eficaz catalizador utilizando los elementos químicos cobalto y titanio. Una de las ventajas al utilizar estos elementos es que son mucho más abundantes en la naturaleza que metales preciosos como el iridio o el rutenio que forman parte de materiales catalíticos que se usan de forma más común.
Puedes conocer más sobre este trabajo de investigación en la revista académica Nature Catalysis.
No te quedes atrás y apuesta por las energías del futuro, fórmate con nosotros con el máster online de Gestión Eficiente de las Energías Renovables