Uno de los principales cambios que presenta la nueva versión del Código Técnico de la edificación está relacionado con la Exigencia básica HE 1: Condiciones para el control de la demanda energética. Este apartado ha sufrido una transformación total, dejando de emplear el indicador de demanda en su justificación de forma explícita.
El cambio de nombre en el documento HE1 puede darnos una idea de lo que se pretende justificar en él. En el CTE 2013 la exigencia HE1 tenía por título Limitación de la demanda energética y se justificaba teniendo en cuenta las demandas de calefacción y refrigeración del edificio. En la versión el 2019 se denomina Condiciones para el control de la demanda energética y se justifica mediante los indicadores; coeficiente global de transmisión de calor a través de la envolvente térmica (K) del edificio, el parámetro de control solar (Qsol;jul) y en edificios nuevos de uso residencial privado con una superficie útil total superior a 120 m², con la relación del cambio de aire con una presión diferencial de 50 Pa (n50).
Que no se comprueben los valores de demanda del edificio no significa que la demanda no sea clave en la justificación del CTE DB HE1 2019 sino que se ha optado por tenerla en cuenta a través de combinar la limitación del Consumo de Energía Primaria Total y unas condiciones de calidad mínima, mencionadas en el párrafo anterior.
En esta entrada del Blog no vamos a centrarnos en estos nuevos indicadores y como justificarlos, vamos a profundizar en un tema que no ha sido tan estudiado, ¿Por qué se ha dejado de emplear el indicador de demanda en el documento HE1?
Para responder a esta pregunta es necesario acudir al Documento de bases para la actualización del Documento Básico DB-HE (Diciembre de 2016), donde se asientan las bases que dieron origen al documento actual. Aunque muchas de las ideas plasmadas en este documento han sufrido cambios, actualizaciones o modificaciones, en los apartados; 2.3. Limitaciones relativas a la demanda (necesidades de energía) y 2.4. Limitaciones relativas a la demanda (calidad de la envolvente térmica), nos indican las causas o motivos del cambio en la justificación de HE1 y porque los nuevos indicadores son más razonables.
Aspectos clave del indicador de demanda
A continuación se presentan los apartados que se consideran más importantes:
El indicador de demanda no es coherente en relación a la ventilación
La justificación del nuevo CTE debía llevar asociada una reducción en las necesidades energéticas del edificio, lo que incluye unas condiciones más exigentes para su justificación. Una de las mayores cargas que afecta a los edificios en el cálculo de la demanda es la ventilación, siendo especialmente relevante en climas fríos. Ya que el cálculo de la demanda es independiente de los sistemas, no es posible establecer un nivel de demanda que asegure unas exigencias óptimas en términos de diseño pasivo sin imponer simultáneamente un nivel fijo de eficiencia en la ventilación o, alternativamente, valorar el uso de medidas de eficiencia de la ventilación sin desnaturalizar la exigencia en relación al diseño pasivo del edificio.
El indicador de demanda no es robusto para evaluar el diseño pasivo del edificio y la calidad de la envolvente
Este CTE busca diseños de edificios que demanden poca energía para alcanzar las condiciones de confort, en primer lugar a través de una envolvente muy cuidada. En el mercado actual tenemos disponibles tecnologías eficientes de ventilación (recuperadores de calor, free-cooling, …) que reducen la demanda energética, sin tener en cuenta criterios más orientados al diseño o a las medidas pasivas (calidad de la envolvente, compacidad del edificio, captación o protección solar).
La variación en el régimen de uso de las protecciones solares móviles tiene también un impacto significativo en la demanda energética, de modo que esta refleja no solo condiciones geométrico-constructivas del edificio sino también de uso.
El indicador de demanda no considera la importancia energética relativa de los servicios ni su interacción
La consideración separada y el tratamiento específico dado a la demanda de cada servicio del edificio no responden ya ni a su importancia relativa en términos energéticos ni al coste de combatir dichas necesidades.
Al mismo tiempo, el establecimiento de límites separados para calefacción y refrigeración (la demanda conjunta tiene uso limitado) propicia un enfoque servicio a servicio en lugar de uno más global.
La priorización y valoración de los servicios implícita en este esquema no es adecuada para satisfacer el nivel de eficiencia global requerido actualmente ya que este requiere estrategias más complejas con un enfoque más integrado de los servicios o se corre el doble riesgo de reducir el nivel de exigencia global en relación al óptimo y de establecer niveles de exigencia muy dispares entre servicios.
El uso de distintos indicadores de demanda dificulta la comparación entre casos
El uso de los valores límite de la demanda de calefacción y de refrigeración, de demanda conjunta, de la demanda del edificio de referencia o del porcentaje de ahorro de la demanda conjunta, según el uso y tipo de intervención de que se trate, además de multiplicar el número de conceptos y procedimientos de aplicación, dificulta la interiorización de los valores normales y del coste energético de las alternativas de diseño.
El indicador de transmitancia (U) elemento a elemento
El indicador de transmitancia (U) elemento a elemento no tiene en cuenta la interacción entre elementos de la envolvente térmica y es poco eficaz en términos de diseño.
La consideración elemento a elemento de la calidad constructiva de los elementos de la envolvente térmica y no del comportamiento energético global omite la importancia de la disposición de los elementos y su papel en el comportamiento energético (p.e. en muros Trombe) o la importancia de los puentes térmicos.
En el caso de edificios existentes, donde los valores límite de U de los elementos de la envolvente resultan más restrictivos (frente a la demanda o el consumo), este enfoque resulta poco flexible y excluye diseños igual o más eficientes adoptando un enfoque energético más global pero que además pueden resultar más interesantes desde el punto de vista técnico o económico. Es por ello que se permite la compensación entre elementos manteniendo la transmitancia media.
En el caso de edificios nuevos, donde los valores límite de U de los elementos de la envolvente no resultan tan restrictivos (frente a las derivadas de los límites de demanda o de consumo), estos resultan poco relevantes desde el punto de vista del diseño al alejarse significativamente de los valores eficaces.
No se evalúa el diseño eficaz de protecciones solares
El indicador de demanda incluye el efecto de las protecciones solares, pero acopla su eficacia con su régimen de uso (en el caso de protecciones móviles), de modo que, indirectamente, el nivel de exigencia para el resto de componentes de la demanda está afectado por una elección juiciosa o afortunada del usuario del régimen de uso. La posible prescripción de un factor solar para los huecos presenta los mismos problemas de descontextualización en relación al resto de la envolvente térmica que el establecimiento de valores mínimos de transmitancia y pone el foco en una solución técnica para un problema que generalmente es de proyecto.
Es cierto que la justificación del CTE DB HE1 con la nueva normativa es un punto conflictivo entre los técnicos y aunque a priori podía parecer lógico evaluar la demanda del edificio, los puntos anteriores sí que dan razones objetivas y cuantificables del motivo del cambio. Los detractores de este cambio argumentan que hay ciertas tipologías de edificios que pueden verse penalizados con esta justificación, por ejemplo las viviendas con un porcentaje muy alto de huecos, los edificios con una compacidad baja… o dejando de lado la tipología, los edificios situados en zonas climáticas con climas templados.
Los técnicos debemos adaptarnos a este cambio, saber los motivos por los que se ha producido puede ayudarnos a entender mejor cómo actuar y cómo justificar los edificios según la nueva normativa.