Las empresas y organizaciones que integran la Comunicación Interna en su marco estratégico tienen una gran ventaja competitiva para recuperar el papel de las personas dentro de su cadena de valor favoreciendo el éxito, la rentabilidad y la buena imagen hacia el cliente externo.
¿Qué es la comunicación interna?
La Comunicación Interna es la que va dirigida al empleado como cliente interno y se perfila como uno de los principales activos para que las personas que forman parte de cualquier organización o empresa se sientan parte activa de ella, contribuyan a generar un entorno de trabajo transparente, eficaz y de confianza.
La organización o empresa que no lo haga se arriesga a trabajar en un espacio de desconfianza, desmotivación, crítica no constructiva y de conflicto. Este contexto condicionará su capacidad de generar valor. De un lado, internamente, los procesos serán más complicados y, de otro, desde el punto de vista externo, estas disfunciones tendrán también sus consecuencias.
Las personas empleadas tienen contacto con todos los agentes de nuestro entorno, desde el ámbito de trabajo en el que desarrollen su función. Así el empleado o empleada influye en otros compañeros/as, habla y traslada información a proveedores, gestiona clientes, proyecta nuestra imagen frente a competidores, instituciones y a grupos de interés que repercuten en nuestra reputación social.
¿Es importante que la comunicación fluya?
Por tanto, que la Comunicación fluya dentro de la organización parece clave para el buen funcionamiento interno, pero también para el externo. Se ha visto claro como en momentos de crisis aguda, como la que estamos viviendo en la pandemia del COVID-19, las empresas que cuentan con plantillas comprometidas han reducido la exposición externa de las duras medidas que se han visto obligadas a tomar.
Parte de ese compromiso, se sostiene en una estructura transparente en la que los trabajadores/as encuentran información veraz y a tiempo de las medidas que afectan a su presente y a su futuro en un escenario de tanta incertidumbre.
Pero la Comunicación Interna no debe estar reservada sólo a momentos excepcionales de crisis o cambio, sino que debemos de ser conscientes de que cada acto que realizamos desde cualquier departamento está comunicando de una u otra forma. Desde la remisión de la hoja de salario hasta la información sobre el ejercicio económico.
Tampoco está reservada a las grandes corporaciones con costosos departamentos de Marketing y Comunicación, sino que puede, si así se decide, formar parte de los procedimientos de cualquier estructura empresarial, independientemente de su tamaño y características.
La Comunicación interna como herramienta de trabajo
Será una herramienta útil para transmitir los objetivos a toda la organización, difundir las políticas y posicionamiento ante situaciones concretas, contribuye a mantener activa la coordinación entre distintos departamentos favoreciendo la interacción, el enriquecimiento de propuestas y el logro de objetivos. Contribuirá a construir nuestra identidad y será un eficaz agente de cambio contribuyendo a la alineación de los empleados/as con los objetivos empresariales.
Que la Comunicación sea una herramienta de trabajo interna útil depende, como en todas las áreas de trabajo, de que sea priorizada y que cuente con el respaldo del equipo de directivo para su eficaz desarrollo. Integrarla en nuestro ADN es sencillamente una decisión que se convertirá en una ventaja competitiva de gran valor.
De ahí la importancia de que los Departamentos o Área de Recursos Humanos la integren en sus rutinas de trabajo. Nadie mejor para poder contribuir a diseñar estrategias de comunicación eficientes y eficaces por el profundo conocimiento que suelen tener de la estructura de la empresa y de todos los miembros de ésta.