Prepararse para una auditoría de seguridad —ya sea ISO/IEC 27001, ISO/IEC 22301, ENS o NIS2— supone una carga importante de trabajo documental y organizativo. Los equipos de calidad, IT o los CISO lo saben bien.
Aquí es donde la inteligencia artificial (IA) en auditorías puede convertirse en tu aliada. No sustituye al equipo humano, pero sí puede agilizar la preparación, verificación y documentación en entornos cada vez más complejos.
¿En qué puede ayudarte la IA?
1. Organización automática de evidencias
La IA puede escanear carpetas completas de documentos (políticas, actas, logs, etc.) y etiquetarlos según los controles normativos (ISO, ENS, NIS2…). Esto mejora la trazabilidad y facilita el trabajo del auditor.
2. Matrices de cumplimiento preliminares
A partir de los documentos cargados, algunas herramientas generan automáticamente matrices de cumplimiento que ayudan a detectar vacíos o redundancias antes de la revisión interna.
3. Resúmenes y consolidación de evidencias
Redactar resúmenes de políticas o informes puede ser tedioso. La IA ayuda a generar resúmenes claros y homogéneos, acelerando la preparación de entregables.
4. Partir desde una base para nuevos documentos
Cuando hay que crear una política desde cero, la IA puede proporcionar un primer borrador que luego se adapta a la realidad de la organización.
Ejemplos por norma
– ISO 27001
- Clasificación de evidencias por controles del Anexo A
- Apoyo en la redacción de la SoA
- Revisión automática de políticas
-ENS
- Clasificación de activos por dimensiones CITAD
- Detección de controles esenciales vs. reforzados
- Generación de un plan de adecuación inicial
-NIS2
- Revisión de cumplimiento sectorial
- Extracción de hallazgos de auditorías internas
- Soporte en reportes regulatorios
-ISO 22301
- Verificación entre BIA, riesgos y planes
- Generación de evidencias para simulacros
- Análisis del grado de madurez del sistema
En EIP te ayudamos a liderar
La IA no reemplaza el juicio experto, pero sí puede ahorrar tiempo y mejorar la calidad documental. Algunas buenas prácticas:
No depender de la IA para interpretar normativas
Siempre validar los documentos generados
Usar herramientas que respeten la confidencialidad