Existe un sustituto para el Uranio
La energía nuclear goza de mala fama a pesar de las enormes ventajas que supone desde el punto de vista energético. Esta, merecida mala fama, se debe en primer lugar a su principal problema; la cantidad de residuos nucleares que se generan y su almacenaje.
En el siguiente artículo se tratará sobre el concepto de “Energía nuclear verde”.
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Antecedentes
De todos es conocida la tragedia acontecida en Chernóbil en abril de 1986. El desastre nuclear ha sido incluso transmitido a la cultura popular a través de la miniserie “Chernobyl”, la cual recrear con exactitud científica los acontecimientos del accidente en la central nuclear de Pripyat.
Este incidente es recurso utilizado tradicionalmente para atacar en cierta manera el uso de fuentes de energía nucleares. En la historia nuclear, este accidente, junto con el acontecido en la central nuclear de Fukushima en el año 2011 (debido a un desastre natural) son casos muy aislados.
En los últimos 50 años los errores nucleares son extremadamente bajos, pudiendo decirse que a día de hoy puede considerarse la energía nuclear como segura.
El reactor nuclear verde de China
Un grupo de científicos chinos ha diseñado una central nuclear limpia, cuya principal característica y diferencia respecto a las centrales nucleares tradicionales sería el empleo como materia prima de torio en lugar de uranio, y emplearía reactores de sales fundidas en lugar de barras de combustible.
El Torio es un metal de la serie de los actínidos y tiene un número atómico de 90 (es decir, tienen 90 protones en su núcleo). Su extracción viene de minerales como la monacita, torita o torianita. Es una sustancia radiactiva, ya que su núcleo atómico es inestable y pierde energía por radiación nuclear.
Desde el punto de vista de combustible nuclear es un buen material, ya que presenta una sección eficaz (medida de interacción entre proyectiles y partículas) alta frente a los neutrones lentos.
En estas centrales el Torio se disuelve en una sal líquida de Flúor antes de ser enviado a la cámara del reactor. Este tipo de reactores de sales fundidas fue diseñado por primera vez en 1946 como un plan anterior de las fuerzas aéreas estadounidenses al avión supersónico nuclear.
Existieron problemas de corrosión con el Torio, pero los científicos chinos han logrado solucionarlos, haciendo viable el uso de estos reactores. A temperaturas superiores a 600ºC el Torio derive en Uranio-233, isótopo que sufre fisión nuclear y puede mantener una reacción nuclear en cadena, liberando así energía y neutrones (fisión nuclear).
Ventajas de este tipo de centrales
Los científicos explican que la principal ventaja de este tipo de centrales frentes a las convencionales es la seguridad, ya que en el caso de que se produjera algún tipo de fuga o escape, la sal fundida que existe en el reactor se enfriaría lo suficiente para sellar el núcleo, evitando reacciones incontroladas.
En el caso de Chernóbil, al no existir este tipo de protección, la explosión produjo la fundición de los materiales metálicos que formaban el reactor, creándose la llamada “pata de elefante”, una estructura de metal fundido que absorbió radiación y que a día de hoy sigue emitiéndola.
En este caso, los residuos de la reacción tienen un tiempo de vida media de aproximadamente 500 años, frente a los residuos de Uranio que pueden permanecer activos hasta más de 10.000 años.
Otra ventaja más es que este tipo de centrales limpias no requieren de agua, por lo que pueden instalarse en zonas desérticas y/o alejadas de poblaciones, lo que generaría confianza y seguridad, ya que tanto las centrales productoras de energía como sus residuos producidos estarían a cientos de kilómetros de zonas urbanas o sin seres vivos a su alrededor.
Con unas dimensiones de 3 metros de altura y 2.5 metros de ancho, los investigadores indican que será capaz de generar 100 Megavatios de electricidad, suficiente para procurar energía eléctrica para 100.000 personas. El esfuerzo del gigante asiático por producir este tipo de reactores les ha llevado a lograr una planta piloto llamada Natrium en Wyoming, en colaboración con Bill Gates y Warren Buffet, empleando Sodio y sales fundidas. China no solamente está invirtiendo en esta tecnología para lograr tener cero emisiones de carbono, también están invirtiendo en plantas hidroeléctricas o en parques solares y eólicos para producir hasta 430 Gigavatios en los próximos cinco años.
Concienciada con los problemas del cambio climático, el país es consciente de los estragos que los cambios medioambientales y climatológicos acarrearía en la región, notándose ya aumentos de temperaturas y escasez de lluvias.
Se planea que en agosto de 2021 se realice el primer prototipo de este tipo de central y que en septiembre comiencen las pruebas con potencias de 2 Megavatios, con la idea de que en 2030 puedan comercializarse el primer reactor verde comercial de Torio.