Para ser un buen director financiero, es importante tener en cuenta que a la hora de realizar un análisis de ratios hay que analizar otros factores, ya que por si solo el resultado de determinados ratios nos puede inducir a error en nuestros análisis, siendo fundamental tener en cuenta el tipo de negocio, la estacionalidad y el sector al que permanezca la empresa.
Los 7 ratios básicos que la dirección financiera debe manejar
Los ratios financieros o contables son los coeficientes que aportan unidades financieras de medida y comparación. A través de ellos, se establece la relación que presentan dos datos financieros y es posible analizar el estado de una organización en base a sus niveles óptimos. Los ratios básicos que debe considerar la dirección financiera se pueden dividir entre económicos y financieros. Los más significativos son:
1. Fondo de maniobra. Mide la parte de capitales cuyo grado de exigibilidad es bajo que se utiliza para financiar elementos del activo fijo con un grado de liquidez elevado. El ratio que se utiliza es:
FM=Activo corriente / Pasivo corriente
Su resultado debería de ser mayor que uno ya que hay una parte del activo corriente (como el stock de seguridad o el saldo mínimo necesario de disponible) que, por su importancia en el proceso productivo, debe ser financiada con capitales permanentes. En cualquier caso, su análisis por si solo puede inducir a error ya que puede haber empresas solventes con un ratio menor que uno.
2. Ratio de tesorería o coeficiente de liquidez inmediata (RT). Mide las posibilidades de hacer frente a las obligaciones de pago a corto plazo. Su valor óptimo se sitúa entre 0,1 y 0,3. Por encima de 0,3 se puede producir un exceso de liquidez de la empresa, que afecta a su rentabilidad.
RT= Activo disponible (tesorería e inversiones financieras temporales) + Realizable / Pasivo corriente
Es un ratio de situación financiera a muy corto plazo, al incluir entre los elementos activos sólo aquéllos que ya son disponibles o que precisan únicamente la última fase del ciclo de explotación (el cobro) para transformarse en efectivo.
3. Ratio de autonomía financiera (RAF). Relaciona los recursos propios netos con las deudas totales, e informa sobre la composición estructural de las fuentes de financiación. El ratio mide la autonomía o independencia financiera e intenta conocer cuál es el nivel óptimo de endeudamiento de una empresa.
RAF = Recursos propios netos / Recursos ajenos
4. Periodo medio de cobro. Mide el número de días que se tarda en cobrar a los clientes, y viene definido por la relación entre las cuentas pendientes de cobro al final de un determinado período y las ventas diarias de dicho período. Un periodo de cobro muy elevado supone un volumen de recursos inmovilizados que son necesarios financiar.
Plazo medio de cobro = Deudores (con IVA) / Ventas x 365 días
Si el sector en el que se aplica el ratio es muy estacional, debería calcularse por períodos, al objeto de obtener una información lo más objetiva posible. Cuanto más elevado sea el valor de este ratio, significará que la empresa tiene un mayor volumen de recursos indisponibles, llegando el caso de tener que recurrir a la financiación externa.
5. Periodo medio de pago. Mide el número de días que se tarda en pagar a los proveedores, y es en consecuencia la relación entre el saldo medio de las cuentas a pagar y las compras diarias. El periodo medio de pago cobra especial importancia en las relaciones de las empresas con las Administraciones Publicas, de tal manera que para evitar la morosidad el Consejo de Ministros estableció el 25 de julio una metodología de cálculo del período medio de pago a proveedores de las Administraciones Públicas.
Periodo medio de pago= Acreedores comerciales (con IVA) / Compras x 365 dias
Cuanto más elevado sea el valor de este ratio, más se demora el pago a los proveedores, lo que revela que la compañía se está financiando gracias a éstos.
6. Rentabilidad económica. Mide la capacidad del activo de generar beneficio, independientemente de cuál sea la composición de la estructura financiera de la empresa. También se puede definir como la rentabilidad del activo, o el beneficio que éstos han generado por cada euro invertido en la empresa.
RAI = Resultado Antes de Intereses e impuestos / Activo Total
7. Rentabilidad financiera. Mide la capacidad de la empresa para remunerar a sus accionistas. Representa el coste de oportunidad de los fondos que se mantienen en la empresa, frente al coste del dinero o inversiones alternativas. Relaciona el beneficio económico con los recursos necesarios para obtener ese lucro.
ROE = Beneficio neto después de impuestos / Fondos propios
- Todos estos ratios, básicos para el control financiero y diferentes tipos de análisis de la gestión financiero/económica de una sociedad, se ven y trabajan al detalle dentro del programa de Gestión administrativa, financiera y contable.
Fuente: SAGE