Las relaciones humanas y las profesionales se basan en la confianza.
A los profesionales nos contratan por nuestra experiencia, por nuestra formación, pero hay algo adicional que es nuestra reputación profesional. Ese intangible de valor inmenso que nos forjamos día a día, no solo con acciones personales, sino también profesionales y que se puede venir al traste por una mala acción que de.
La reputación profesional
Muchas veces al presentarnos a nuevos trabajos o puestos dentro de la empresa entregamos un currículum bien hecho, detallado y que enumera logros e hitos en nuestra carrera laboral.
Recuerdo una vez en que al ver uno de estos CV impresionado le dije al entrevistado: “que buena tu carrera y tu experiencia”, a lo que respondió: “si claro, lo que pasa es que yo escribí mi curriculum”. Ante esta frase sonreí, en primer lugar, por la sensibilidad del entrevistado y, luego, por la verdad que había detrás de ello. En realidad, cuando uno escribe su curriculum está promocionándose a sí mismo, está hablando bien de su propia trayectoria, y esto no necesariamente es tan positivo o cierto como puede verse en los papeles.
En realidad, de lo que se trata de tener en una carrera son buenos logros y experiencia pero, fundamentalmente, que esto sea comprobado por terceros: por nuestros compañeros de trabajo, por quien ha sido nuestro jefe, por colaboradores, clientes y proveedores. Son ellos los que deberían certificar de una manera u otra el curriculum y la trayectoria de un profesional.
En el mundo del análisis empresarial a esto se le llama REPUTACIÓN, que no es otra cosa, que “ lo que los demás opinan de uno.”
Esto es evidentemente muchísimo más importante de lo que uno dice de su propia trayectoria o de lo que las personas cercanas y quienes han sido jefes aceptan escribir en las referencias del curriculum. La reputación es un concepto que se maneja en las empresas que han entendido que este es un tema que va mucho más allá del marketing o de la imagen -que al final es lo que uno opina de sí mismo o lo que una empresa dice de sus productos y de sus logros-.
En la reputación se suele buscar la opinión de los clientes sobre una empresa, lo que dicen líderes de opinión sobre ella, lo que valoran sus trabajadores, lo que comenta la prensa y lo que se dice de ella en sus distintos grupos de interés. Estos públicos en la teoría de la reputación se llaman “stakeholders”. Si aplicamos esto a la carrera de cualquier ejecutivo, y mucho más de un quien trabaja en el área financiera, deberíamos siempre preguntarnos qué opinan de él aquellos que han estado involucrados en su trabajo. Esto es clave de entender para el desarrollo de cualquier carrera ejecutiva.
Pero aquí no queda todo, no solamente lo que opinan los demás debe ser consistente, sino que “los logros señalados en un curriculum deban ser reales comprobables y capaces de ser demostrados con resultados efectivos para los logros de la empresa.”
En ese sentido, los profesionales no solo deben estar preocupados por su imagen, que sería el equivalente al marketing empresarial o la etiqueta de un producto, sino también por su contenido, que sería como la calidad del producto mismo o de lo que fabrica la empresa, más allá de sus campañas publicitarias.
Reputación profesional: referencias
Por último, hay también un tema clave para el avance de la reputación de cualquier profesional, que es el ser positivamente conocido, esto es, que el ejecutivo pueda ser bien referido por otros, sea conocido en círculos académicos, profesionales, de actividad empresarial y de otras actividades en la sociedad y que este conocimiento se refiera a logros y acciones que él tiene y no a posibles cuestionamientos a su imagen.
Esto se ve muchísimo hoy, que las empresas acuden a las redes sociales de quienes pretenden contratar para ver el comportamiento que éstos tienen y los comentarios en torno a éstos que pueden hacer terceros.
Todos estos elementos configuran una agenda importante de tener en cuenta para nuestro desarrollo profesional.
Característica en la reputación del profesional de finanzas
Pero ¿qué diferencia el profesional de las finanzas del resto? Por las manos de los profesionales de las finanzas pasa información privilegiada, dinero, posibilidad de recibir coimas por compras, con lo que la necesidad de honorabilidad de estos profesionales es aún mayor que la de cualquier otro profesional.
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