Imagina que vas a emprender un viaje por un país desconocido. Lo primero con lo que deberías contar es con un mapa ¿verdad? Pues ese mapa es tu plan de marketing. Así es de importante. Sin él estarías perdido, irías dando tumbos, sin rumbo y lo más seguro es que acabarás perdido y sin conseguir ningún resultado. Igual que sin mapa.
No importa el sector al que pertenezca tu empresa o los productos que venda, si quieres comunicar lo que haces y vender tus productos necesitas un plan de marketing claro y realista.
En comunicación es imprescindible contar con unas metas claras y unas estrategias eficaces definidas en un documento que nos va a ayudar a orientar nuestro trabajo a corto, medio y largo plazo. Y ese documento es tu plan de marketing.
Un plan de marketing debe ser:
Antes de empezar a organizar el plan de marketing, es importante que cumpla una serie de requisitos para que sea eficaz. Estos requisitos son:
- Debe ser realista.
- Debe ser Práctico y operativo.
- Debe estar dividido en fases (priorizado).
- Debe contener unos objetivos alcanzables y medibles.
Nuestra hoja de ruta
El plan de marketing nos ayuda a tener siempre el control. Es nuestra hoja de ruta para alcanzar los objetivos que nos hayamos marcado. En él se incluyen todas y cada una de las acciones de comunicación que vamos a realizar en el periodo de tiempo que nos hayamos marcado (suelen ser anuales, pero pueden ser más amplios).
La planificación nos ayuda también a evitar problemas futuros, ya que si bien no podemos predecir el futuro, podemos crear planes de contingencia. Este concepto está muy relacionado al tema del control. El plan de contingencia es una parte muy importante del plan de marketing ya que nos ayuda a que, una vez que tenemos nuestras actividades claras, podamos pensar en los contratiempos que se pudieran generar al momento de ejecutarlas y saber cómo resolverlas.
Pero antes de llegar a este punto hay varios pasos que debemos dar y que son fundamentales para que nuestro plan de marketing sea realista y alcanzable. Debemos conocer perfectamente nuestro producto, ver cuáles son nuestras fortalezas y debilidades, analizar a nuestra competencia y definir exhaustivamente todos y cada uno de nuestros objetivos.
Y algo fundamental a la hora de definir nuestro plan de marketing y que debemos tener siempre presente es nuestro público objetivo ¿Qué queremos lograr con nuestro plan de marketing? ¿Y, a quién nos dirigimos?
El Objetivo
Tenemos que tener meridianamente claro qué queremos comunicar; cuál es nuestro objetivo; qué queremos conseguir. Si nuestro producto o nuestra marca son de nueva creación necesitaremos darlo a conocer y posicionarlo en el mercado. Si nuestro producto o marca ya son conocidos y lo que queremos es incrementar sus ventas, el plan que diseñemos deberá contener este objetivo claramente definido y todas sus acciones se diseñarán para lograrlo en un tiempo realista y alcanzable con los medios económicos que dispongamos.
Nuestro público objetivo
Hazte esta pregunta: ¿a quién quiero dirigirme? ¿cuál es mi público objetivo? ¿Cómo es? ¿Qué gustos tiene? ¿Cómo habla? ¿Cómo piensa? ¿Qué necesita?…
Conocer a nuestro cliente final es fundamental para elaborar un plan de marketing eficaz, que nos ayude a alcanzar los objetivos que nos hemos marcado. De esta manera sabremos crear contenido interesante para nuestro público con un lenguaje adecuado y unos mensajes que despierten su interés.
Cuanto más definidos y acotados esté nuestro público objetivo, más fácil será encontrar las estrategias correctas y los mensajes más adecuados para ellos.
Ahora que tenemos estos dos conceptos básicos claros es hora de ponerse a trabajar. Tomate tu tiempo y redacta un documento que te guíe en el camino que vas a emprender. Empieza a trabajar en tu mapa y nunca dejes de consultarlo.
Si tienes interés en conocer un poco más sobre el autor de este post, Carlos Moreno-Figueroa, Secretario General de FECE y miembro de las juntas directivas de CEOE, CEPYME y la Confederación Española de Comercio, te invito a visitar su perfil de LinkedIn.