En plenas fechas pre navidad, donde hemos sustituido el matasuegras por la mascarilla, la carrera por la vacuna del coronavirus es una prioridad para todos los gobiernos y aunque son muchas las compañías que están investigando, algunas están mas cerca de otras de conseguirlo, como la farmacéutica AstraZenec.
Pues bien, como diría Allison Hargreeves de The Umbrella Academy, “corre el rumor…” de que unos <<hackers>> norcoreanos han tratado de acceder a los sistemas informáticos de Oxford y de la farmacéutica británica AstraZenec, presuntamente para robarle la información sobre su desarrollo de la vacuna del COVID-19.
Según la agencia internacional de noticias Reuters, los ciberdelincuentes se hacían pasar por “buscadores de talento” o como digo yo, personal de RRHH contactando a través de LinkedIn y WhatsApp con un gran número de personas, la mayoría personal que trabaja en la investigación de la vacuna.
Una vez realizado el primer contacto, enviaban mails a los interesados acerca de los “supuestos” empleos que ofrecían con malware incluido, por supuesto, con el propósito de infectar sus ordenadores y robar la información que pudieran sobre la vacuna.
Ya lo decía en este artículo, el malware crece y se multiplica en tiempos de COVID-19
Pues bien, atribuyen el ataque a Corea del Norte ya que “las formas” son similares a otros ciberataques sufridos contra Estados Unidos y aunque algunas direcciones de correo son de dominio ruso, se piensa que posiblemente sea una treta para despistar e intentar implicar a los rusos.
Y hablando de rusos, a mediados de julio Reino Unido acusaba a unos <<hackers>> rusos de tratar de robarles datos sobre la vacuna, las autoridades atribuyeron el ataque al grupo APT29, conocido como Cozy Bear, al que se le considera vinculado a los servicios de inteligencia rusos.
Como vemos, no es la primera vez que Oxford recibe un ataque contra sus sistemas en busca de información sobre su vacuna y es que la necesidad de ponerle fin a esta pandemia y el intentar poder producirla y distribuirla en su país, hace que muchas naciones exploren su lado oscuro en lugar de intentar arreglar sus tensiones políticas y colaborar entre ellas.