Los caminos hacia la sostenibilidad en energía pasan por la mejora de la eficiencia en el uso, así como por la utilización de las energías renovables.
En el hogar, el mayor consumo de energía lo producen los aparatos que nos facilitan la vida día a día. Por ello es importante saber la diferencia entre unos electrodomésticos y otros, atendiendo a las llamadas etiquetas energéticas.
Etiquetas energéticas
Las etiquetas se basan en una clasificación por letras y colores. Esta clasificación va desde la A junto al color verde (para los aparatos más eficientes), hasta la G con el color rojo (para los que peor rendimiento energético ofrecen). Las etiquetas en grandes electrodomésticos son fundamentales para escoger apropiadamente, ya que, además, por ley, es obligatorio en toda Europa la exhibición de la misma. Frigoríficos, lavadoras, lavavajillas, secadoras y hornos eléctricos entre otros, deben poseer perfectamente identificado su nivel de eficiencia.
Eligiendo electrodomésticos altamente eficientes, reducimos la cantidad de energía necesaria para hacerlos funcionar, lo que supone no solo un ahorro económico en la factura de la luz, si no también limitamos el impacto ambiental de nuestra actividad vital.
Como técnicos en edificación, es necesario que conozcamos el consumo energético de las instalaciones que proyectamos para poder diseñar y ejecutar un espacio habitable sostenible.
Así mismo, añadiendo a la estrategia de la mejora de eficiencia en el uso, la de utilización de energías renovables reducimos aún más dicho impacto ambiental.
Principales fuentes de autoconsumo en edificación
Las principales fuentes de autoconsumo en edificación son las siguientes:
- Energía geotérmica.
Su funcionamiento se basa en la captación del calor existente bajo la superficie de la tierra mediante un sistema de tuberías selladas y llenas de agua o líquido anticongelante. Es en estas tuberías donde se produce el intercambio de calor.
Se aplica a la producción de agua caliente para uso sanitario y calefacción ya sea mediante bombas de calor-frío o suelo radiante.
- Solar térmica a baja temperatura.
Su funcionamiento se basa principalmente en la existencia de un captador solar térmico que se diseña para recibir la mayor cantidad de radiación solar posible, para posteriormente transferirla a un fluido térmico que circula por su interior.
Se aplica a la producción de agua caliente para uso sanitario, calefacción y refrigeración por absorción.
- Solar fotovoltaica.
Su funcionamiento se basa en células solares, dispositivos semiconductores que absorben la radiación emitida por el sol para generar una corriente eléctrica que pueda extraerse de dicha célula.
- Mini eólica.
Su funcionamiento se basa en la utilización del viento para generar energía.
Los mini generadores eólicos que pueden combinarse con una línea existente o con otras energías renovables, son de dimensiones reducidas y están fabricados con materiales de gran calidad y ligereza: estructura en aluminio, aspas en fibra de carbono que reducen sensiblemente el ruido que genera la fricción con el aire.
- Biomasa.
Su funcionamiento se basa en la utilización de materia orgánica como fuente de energía. En edificación el sistema de biomasa más usual son las calderas a gas. En la actualidad, el sistema de biomasa más demandado son las estufas de pellets (combustible de biomasa a base de madera prensada).