¿Hasta dónde puedes proteger tus datos?
Dicen que la sociedad siempre va por delante de sus gobernantes. Y un reflejo claro es que nuestras leyes siempre acaban llegando tarde y, en la mayoría de los casos, con lagunas tan inmensas como para generar discusiones nada pacíficas.
Cuando ya creíamos que nuestra flamante nueva legislación sobre datos personales era la panacea de la seguridad, un inocente pangolín ha conseguido poner el mundo que conocemos del revés, haciendo surgir una casuística para la que no estábamos preparados.
Realización de test sobre el COVID 19 o medidas de “seguridad” que incluyen la toma de temperatura de trabajadores chocan frontalmente con la necesidad del consentimiento libre para la recogida de estos datos. Recientemente, el juzgado de lo contencioso-administrativo nº 3 de Córdoba ha admitido a trámite una demanda de un alumno contra la Universidad de Córdoba por “la videovigilancia” en los exámenes a distancia al entender dicho alumno que “se viola el derecho a la intimidad del domicilio y que no tiene base legal para hacerse”.
Por esto, cuando en el esquema de certificación de delegados de protección de datos de la AEPD, en relación con el temario objeto de examen, se incluye un pequeño apartado sobre “nuevas tecnologías” consideramos que, en la práctica y las competencias profesionales que deberá asumir el Delegado/a de Protección de Datos, este capítulo se queda corto en un mundo que cambia tan rápido y donde la tecnología incide de una manera tan intrusiva en el día a día de todas las personas. Aplicaciones que incluyen geolocalización o realizan perfiles de usuarios, identificaciones biométricas o grabaciones en ausencia de consentimiento libre no son más que una pequeña muestra de situaciones a las que estos profesionales deberán dar respuesta y/o cobertura legal en materia de privacidad.
De ahí, que en el diseño del Máster en Dirección de Protección de Datos & Chief Compliance Officer partiéramos como siempre de detallar, minuciosamente y con el asesoramiento de los profesionales que ya realizan esas funciones, cada una de las competencias que van a necesitar nuestr@s posgraduad@s para que, en su día a día profesional, no existan esas “lagunas” y sepan afrontar con éxito cualquier reto futuro. Así, es como garantizamos el alto nivel de empleabilidad que ya es “emblema” de la EIP International Business School.
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