En el mundo empresarial hay posiciones laborales y ejecutivas que te pueden llevar a tener una actitud más empresarial o emprendedora y hay otras que pueden más bien alejarte de esto con el consiguiente riesgo para tu competitividad personal y empleabilidad.
¿Pero cuáles son estas posiciones dentro de una estructura empresarial?
En términos generales todas aquellas que están alejadas del cliente tanto en el trato diario como en lo relativo a sus intereses y demandas. ¿Y cuáles podrán ser estas? Pues en general, están primero las de áreas operativas que poco contacto tienen con el usuario final: almacenes, inventarios, logística de entrada y de salida, operaciones de maquinarias, mantenimiento, limpieza, transporte y acarreo interno, calidad de procesos internos o de producción y labores que por su naturaleza tendrán poco contacto con lo más importante de la empresa: el cliente (el cual curiosamente está fuera de la organización empresarial).
Pero además de estas actividades vinculadas a las operaciones de las empresas existen también áreas que son estratégicas, pero que por su naturaleza tienen también poco contacto con el cliente y que por tanto olvidan a veces la existencia de este como piedra angular del negocio. Estas son las llamadas áreas de asesoría, de soporte o de staff y entre ellas está el área financiera que nos ocupa en este artículo.
Objetivos del profesional financiero
Así es, muchas veces por formación y luego por deformación, el área financiera se aboca a los resultados de los números, a cuidar el ROI, a darle una buena presentación a los resultados financieros y a buscar (con mucho sentido y oportunidad) el retorno del capital y luego la rentabilidad para los accionistas. Esto es no sólo correcto, sino también necesario y será la primera exigencia que le haremos al “financiero” de la empresa.
Sin embargo, en esta labor él mismo puede perder la perspectiva de la importancia del cliente rápidamente y lo que es más, el mismo “financiero” puede ir alejándose poco a poco de estar enfocado con el objetivo de la empresa: crear clientes (serán ellos los que luego darán la rentabilidad, que es el objetivo del accionista, más no de la empresa).
En este sentido en la formación de cualquier funcionario de finanzas se debe siempre hacer énfasis en que deben emplear también su capacidad de análisis en observar el comportamiento de los clientes, en conversar con las áreas de atención o front desk, en escuchar atentamente a la parte comercial y de márketing que son las áreas más “pegadas” al cliente. Esto le dará al encargado de las finanzas de la empresa una visión más holística que le puede permitir incluso anticiparse a cambios que afectarán las utilidades del negocio.
Pero además, permitirá a la parte financiera de la empresa contar con la mirada numérica pero empapada de las necesidades del cliente, pues de nada vale exprimir la naranja sino sabemos de cuál fruta se hará el próximo jugo. Es precisamente esta visión la que convierte al área financiera en un área socia del negocio y no en una simple área de asesoría o de staff sin compromiso con la actividad de la empresa y solo centrada en el resultado monetario, que es solo la fase final de toda la operación (después de la cual, poco se puede hacer).
El perfil financiero en la actualidad
Hoy en día, en una época de grandes y turbulentos cambios, en una economía incierta y en medio de una competencia imparable, todo profesional de las finanzas debe verse como un socio del negocio que va más allá de presentar resultados o fotos numéricas finales, debe demostrar a los otros gerentes que conoce de la operación y sobre todo de lo que pide el cliente. Solo en ese camino, el área financiera podrá salir de la visión tan clásica de ser el que presenta de manera fría los resultados y propone casi inmisericorde donde reducir gastos y personal.
Si los financieros van en esa dirección, veremos pronto como muchos de ellos se encumbran en posiciones de dirección y en las de Consejero Delegado, que antes no han ocupado mucho si los comparamos con los que provienen de las operaciones en el caso de empresas de tecnología o producción o del área comercial si vemos a empresas de retail o de servicios. Está en manos del financiero que no le digan: ¿Si eres de staff para que staff aquí?.
El autor de este post es Nano Guerra, emprendedor y consultor de negocios especializado en planeamiento estratégico para medianas y pequeñas empresas. ¿Quieres conocer más sobre él? Accede ya a su perfil de Facebook y conócelo.
