Rebajar los impuestos. Esa era una de las condiciones de Ciudadanos para dar su apoyo al Gobierno y ha terminado concretándose en el anuncio de que las rentas inferiores a 14.000 euros estarán exentas de pagar en la declaración de la renta y que las que no lleguen a 17.500 euros verán cómo los impuestos que pagan en el IRPF disminuyen. Todo esto no verá la luz hasta la renta 2018 pero ¿cuál es el alcance real de la medida?
Claves de la rebaja de la renta en 2018
El cambio fiscal anunciado por el Ejecutivo supone elevar el mínimo exento en la renta 2018. Actualmente éste se encuentra en los 12.000 euros y pasará a los 14.000 euros en 2018. Esta medida contrarrestará el cambio en loa reducción de rendimientos del trabajo que había perjudicado seriamente a las rentas más bajas.
A esta medida se añaden rebajas adicionales todavía por concretar, a las rentas inferiores a 17.500 euros, que desde Gestha los técnicos de Hacienda cifran en una media de 250 euros al año.
Además, habrá una devolución de 1.200 euros para los contribuyentes con cónyuges con discapacidad, ascendientes mayores a su cargo y familias numerosas.
¿Quienes podrán aprovechar la rebaja de IRPF en 2018?
Si tu respuesta inmediata es: los mileuristas, piénsatelo dos veces. Las cantidades de las que habla el Gobierno se refieren a salarios e ingresos brutos. En este sentido, un mileurista con 12 pagas quedaría fuera porque a esos 1.000 euros mensuales se sumarán las retenciones de IRPF que le hayan practicado y los seguros sociales. Al final, su salario bruto estará en torno a los 16.000 euros.
Y quienes cobren esos 1.000 euros en 14 pagas pueden despedirse directamente de cualquier beneficio, ya que su salario bruto rondará los 18.000 euros, dependiendo del caso.
Para poder beneficiarte de la ayuda tu base de cotización deberá ser inferior a 1.166 euros según los cálculos de PymesyAutónomos. Y dentro de este grupo, los más beneficiados serán los trabajadores solteros sin hijos a su cargo, ya que ellos son los que más impuestos pagan porque sólo pueden aplicar el mínimo personal y familiar en la renta, sin incluir los descuentos por los hijos a cargo.
En concreto, con una retención media de un 6% según la calculadora de retenciones de Hacienda, ganarán 840 euros más. Esta cifra está en línea con los 800 euros de media calculados por Gestha, lo que dejaría en un ahorro fiscal de 60 euros al mes la reforma del IRPF 2018.
¿No estában ya exentas las rentas inferiores a 22.000 euros?
Una de las críticas más repetidas en redes sociales hacia esta medida es que con la actual normativa de este tipo de rentas ya estaban exentas de tributar. En este sentido, es verdad que ahora mismo no están obligados a declarar quienes ganen memos de 22.000 euros de un solo pagador, una cifra que queda fuera de esos 14.000 euros e incluso de los 17.000 euros del segundo tramo de la rebaja fiscal de 2018.
Sin embargo, la realidad es más compleja, empezando por cómo se aplica este mínimo exento. Y es que esos 14.000 euros no se refieren a la obligación de declarar, si no a la cantidad que no se tendrá en cuenta a efectos fiscales y por la que no se pagarán impuestos (el mínimo exento no es lo mismo que estar exento de declarar). Para entenderlo mejor, en la renta 2017 si has ganado menos de 12.000 euros no sólo no tienes que declarar, si no que a efectos fiscales será como si no hubieses ganado nada. El resultado es que Hacienda te devolverá las cantidades que te haya retenido en exceso. Es decir, podrás disfrutar de la devolución de la renta.
Ahora, con el cambio, esa cantidad se eleva a los 14.000 euros, de ahí que suponga un impacto positivo cercano a los 800 euros de media por contribuyente. En total, se estima que la medida tendrá un coste de 2.000 millones para el Estado.
Como siempre hay colectivos que saldrán más beneficiados, como las personas con dos pagadores en la renta 2018. En ese caso la cifra mágica para estar obligado a hacer el IRPF es de 12.000 euros siempre que se hayan ingresado más de 1.500 euros del segundo y siguientes pagadores. Con el cambio legislativo seguirán estando obligados a declarar, pero es más fácil que no tengan que pagar, sobre todo temiendo en cuenta que su retención en el segundo empleo suele ser mínima.
Fuente: Bolsamania