Imagina un castillo, rodeado de altos muros, una profunda fosa y guardias que patrullan y hacen rondas a su alrededor. Cada parte de la fortaleza está cumpliendo un propósito – mantener a los invasores alejados y proteger a los que están dentro, y esto en muchos sentidos es lo que hace la ciberseguridad por nosotros en el mundo digital. Vamos a descubrir como…
Los muros: Cortafuegos y seguridad de red
Tal y como en el castillo los muros impiden a los enemigos que accedan, los firewalls y los dispositivos de seguridad de red bloquean los accesos no autorizados a nuestros sistemas. Estas barreras aseguran que sólo las conexiones de confianza puedan acceder, mantenimiento a raya a los hackers y al malware.
El foso: Cifrado
El foso del castillo añade una capa extra de defensa, haciendo más difícil para los intrusos alcanzar los muros. En ciberseguridad, el cifrado juega ese rol, codificando los datos sensibles de forma que, aunque los atacantes logren interceptarlos, no tengan ningún sentido para ellos.
Los guardias: Autenticación y control de acceso
En un castillo disponemos de guardias que comprueban quién entra y sale. En ciberseguridad, los métodos de autenticación como contraseñas, doble autenticación, y escaneos biométricos, garantizan que sólo los usuarios autorizados pueden acceder a los sistemas e información.
Las torres de vigilancia: Monitorización y detección de amenazas
Los guardias de las torres de vigilancia revisan el horizonte constantemente ante potenciales amenazas. De forma similar, en la ciberseguridad, herramientas como los sistemas de detección de intrusos (IDS/IPS) y los gestores de eventos e información de seguridad (SIEM) monitorizan la actividad de red de comportamientos sospechosos.
El plan de respaldo: Recuperación de desastres y respuesta antes incidentes
Incluso en los mejores castillos puede haber brechas, por lo que disponen de túneles de escape. En la ciberseguridad, disponer de un plan robusto de respuesta ante incidentes y copias de seguridad garantizan que, aunque se haya producido la brecha, el daño sea mínimo y los sistemas se puedan restaurar de forma rápida.

Queda claro la gran similitud de la defensa de un castillo con la ciberseguridad de hoy en día y es que al igual que los castillos eran indispensables para protegerse de los reinos medievales, la ciberseguridad es vital para salvaguardar nuestro mundo digital. Construyendo defensas robustas, permaneciendo alerta y preparándose para posibles ataques, las empresas y los particulares pueden mantener sus datos de forma segura contra las ciber amenazas.
Y recuerda… si quieres que tu reino sea seguro, debes dotar de las medidas de seguridad necesarias a todos tus castillos por igual. Un castillo con las medidas de seguridad incorrectas, puede ser la puerta de entrada de los atacantes y el fin de tu reino.
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