Vayamos donde vayamos la inteligencia artificial (IA, en adelante) está presente
Si viviéramos en California, especialmente en el área de San Francisco, quedaríamos absorbidos por un despliegue incluso comercial que nos haría pensar que la IA ya impacta en nuestro mundo, de forma diaria. Siempre me ha llamado poderosamente la atención cuando estás en San Francisco y hay un elevado número de anuncios en vallas publicitarias, en las calles, en todas partes relativos a tecnología. Empresas que sólo los más “frikies” conocemos, los que “nos dedicamos a esto”. En este último año, a los anuncios, insisto, por todas partes, tecnológicos y, especialmente, de ciberseguridad y nube se les ha sumado la inteligencia artificial. Está en todas partes, publicitariamente hablando.
Si viviéramos en una capital europea, probablemente veríamos alguna empresa de telecomunicaciones y alguna otra hablando de IA, subiéndose a ese carro, pero de una forma más dirigida y porque hay que mencionar la IA si quieres estar a la última. Si viviéramos en una ciudad más pequeña o en pueblos de España, Francia, Italia, Alemania o Bulgaria, ese impacto aparente en lo que vemos a diario sería mucho menor.
Pero en Estados Unidos, así como en otros países asiáticos (pensemos en China, por ejemplo), hablamos de que grandes empresas tecnológicas invierten muchos billones de dólares en desarrollos relacionados con la IA. No es puro marketing, sino que es una realidad que la inversión existe y la apuesta decidida por introducirlo en todas partes.
La Inteligencia Artificial: ¿Transformación o Simple Tendencia?
Generalmente, se dice que la IA va a transformar la economía global, se da por sentado. A día de hoy, las inversiones aún siguen siendo mucho más potentes que los beneficios directos, por supuesto, pero quizás no subirse a ese carro te haga perder esos beneficios…para siempre.
Antes de continuar, no olvidemos que la IA ya está presente, desde hace años, en nuestras vidas. Así, tenemos nuestros asistentes virtuales, tenemos motores de búsqueda por todas partes, a nivel comercial, como cuando compramos en Amazon, como a nivel entretenimiento, cuando elegimos qué ver en Netflix o qué escuchar en Spotify y que nos guían por lo que “queremos” (¿o debemos?) ver. Por no hablar de las redes sociales, donde motores que emplean IA ya nos sugieren qué ver, digamos, qué leer y qué hacer. Ya vivimos en un mundo de IA.
Pero el siguiente escalón será la incorporación masiva real de la IA en los procesos de negocio. Inicialmente, mucha gente puede pensar que esto sólo afectaría a algunos tipos de empresa, las más grandes y más boyantes, que se puedan permitir esto. Sin embargo, en poco tiempo esto dejará de ser así, dado que las big tech y empresas especializadas comenzarán a vender soluciones que serán aptas para las empresas más pequeñas, por supuesto. Pensemos en la nube y su adopción. A día de hoy, la provisión de esos servicios es una absoluta realidad tanto para empresas grandes como para pequeñas. Es más, para las empresas más pequeñas es donde tiene, incluso, más sentido, habitualmente. Con la ciberseguridad es un poco distinto, pero también aplicable, habiendo soluciones para “todas las empresas”, de forma que hay un paquete mínimo básico que casi cualquiera ya puede tener.
La Realidad de la Inteligencia Artificial en las Empresas: ¿Dónde Están los Beneficios?
A día de hoy, diferentes estudios cifran en un 5% sólo el número de compañías en Estados Unidos que han utilizado Inteligencia Artificial en los últimos 5 años. Incluso, los profesionales más “techies” se muestran reacios a pagar una mensualidad por la mejor versión de ChatGPT.
Por otro lado, una mayor regulación y una mayor conciencia sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial, incluyendo algoritmos sesgados, alucinaciones, etc., ha ralentizado el despliegue de la IA. Y eso no debe ser entendido como algo erróneo, sino como algo bueno: hacer de la IA una tecnología confiable.
La Inteligencia Artificial y el Futuro del Empleo: ¿Amenaza o Oportunidad?
Adicionalmente, no ha señales macroeconómicas que justifiquen, de momento, el peligro de que la IA vendrá como un tsunami a afectar a la fuerza de trabajo humana, lo cual no significa que no pueda cambiar. Pero muchos economistas aseguran que la IA transformará la economía global sin echar a la gente de sus puestos de trabajo. Se incrementaría la eficiencia, sin afectar a dichos puestos de trabajo. Quizás sea una visión demasiado optimista, pero es probable que esto sea así durante un tiempo.
Un ejército de analistas piensa que los beneficios reales que la Inteligencia Artificial traerá para las big tech comenzarán a verse en 2032. Mientras tanto, invertir y esperar.
Lo que sí que está claro es que la Inteligencia Artificial está ya en nuestras vidas y, cada vez, de forma casi desbocada en nuestras empresas. Preparémonos para ello. Visión práctica y visión empresarial.
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