Introducción
La computación en nube es una de las principales herramientas aceleradoras de la transformación digital de las empresas. Permite almacenar, acceder y gestionar datos y aplicaciones a través de Internet, de manera rentable, eficiente y flexible. Todo abogado especializado en protección de datos debe entender los motivos que llevan a una empresa a migrar sus servidores a la nube, y conocer los aspectos generales de sus características, su adopción, su uso y su modelo de costes. En este artículo hacemos una introducción al concepto y a las principales ventajas del cloud computing.
¿Qué es la computación en la nube?
La computación en la nube o “cloud computing” es un concepto que hace referencia a un servicio genérico utilizado tanto por organizaciones como por particulares para dimensionar de manera flexible el servidor que da soporte a sus necesidades tecnológicas, haciéndolo más grande o más pequeño.
Hablar de cloud es hablar de versatilidad
Tradicionalmente las empresas se han dotado de soluciones informáticas mediante la instalación del software en máquinas locales, instaladas en sus propias instalaciones. Esta forma de trabajo, conocida como on-premise, obliga a disponer de una infraestructura informática compleja y costosa, que debe estar dotada de unas medidas de seguridad tales como salvaguardas de incendio, aislamiento, refrigeración, antirrobo, control de acceso físico, volcado de copias de seguridad, etc.
Los dos principales problemas del modelo on-premise son:
- El mantenimiento y actualización de toda la infraestructura hardware y software.
- El dimensionamiento del servidor: Un dimensionamiento ajustado tiene el riesgo de quedar rápidamente obsoleto cuando surjan nuevas necesidades y un sobredimensionamiento, pese a ser más recomendable, hará que la empresa pague por un hardware que durante los primeros años no se estará utilizando.
La computación en cloud viene a subsanar estos problemas. Los proveedores de servicios en la nube ofrecen a las empresas la posibilidad de alquilar servidores escalables, normalmente bajo un modelo de pago por uso, que les permite rápidamente aumentar o disminuir su poder de computación según sus necesidades.
Las principales ventajas que ofrece trabajar en la nube son:
- Mayor control del gasto en tecnologías de la información:
- Se pasa de un modelo de gasto e inversión por compra de servidores locales (Gasto de Capital – CAPEX) a gasto por operación y servicio (Gasto operativo – OPEX).
- Se evitan costes y preocupaciones de parcheado y mantenimiento de los sistemas.
- Se evita el pago de recursos que no se utilizan.
- Mayor flexibilidad en el negocio, pudiendo acceder a respuestas tecnológicas adecuadas a los nuevos procesos y ganar escalabilidad en el sistema, obteniendo si es necesaria cobertura global.
- Posibilidad de utilizar hardware y software actualizado, al evitar la obsolescencia prematura gracias a la agilidad de cambios.
- Mejora de la innovación y competitividad, al poder montar y desmontar sistemas e infraestructuras y combinarlas con menor inversión.
Si te ha resultado interesante, te invitamos a leer más artículos del blog de Especialistas en Protección de Datos & Cumplimiento Normativo donde hablaremos durante las próximas semanas de las diferentes modalidades de computación en la nube y de los aspectos legales que deben tenerse en cuenta a la hora de contratar con los principales proveedores de servicios cloud.
